viernes, 20 de junio de 2014

EL CHISTE POLISÉMICO


El chiste polisémico es uno de los recursos más potentes del escritor de comedia. Por su forma de funcionar, obliga al oyente a unir varios conceptos de manera inconsciente, lo que no sólo hace gracia, sino que deja el regustillo de haber resuelto un pequeño enigma, por lo que es un ingrediente fundamental de lo que se da en llamar humor inteligente, aunque si estáis interesados en este tipo de humor, en nuestro libro "Anatomía del chiste" (¡compradlo ya!) dedicamos un amplísimo capitulo a este tipo de humor.

El chiste polisémico bascula sobre una palabra, idea o concepto, que puede tener dos o más significados, es decir: POLISÉMICO. Aprovechando esa coincidencia verbal construimos un mensaje ambiguo que puede ser entendido de dos maneras distintas.

El capitán dice:
– ¡Subid las velas!
Y los de abajo se quedaron sin luz.

Este chiste bascula sobre la palabra “velas”. El capitán se refiere a:
1º: las velas del barco,
pero los marineros suben
2º: las velas de luz,
dejando a oscuras a los de abajo. De este equivoco surge el humor.
Existe una variación en los chistes polisémicos que se basa en la homonimia:

– Me ha picado una serpiente
– ¿Cobra?
– No, gratis.

Se trata de una HOMONIMIA ya que se está jugando con los significados de la palabra “cobra” que pertenece a diferentes categorías gramaticales:
1º: Serpiente venenosa (sustantivo).
2º: Del verbo cobrar (verbo).
Una vez hecha esta distinción, y siendo respetuosos con la gramática y el lenguaje, nos pasaremos por el forro de las carpetas de Rob Lowe este extremo y lo llamaremos a todo chiste polisémico. 

A continuación, y por el mismo precio, podéis ver al gran Dani Rovira contando un chiste polisémico. Fijaros bien en el doble significado de la palabra CRUCE (cruce de un semáforo y cruce de razas perrunas). 


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